"Triztesa"

El calor de la noche me sofocaba, la habitación me gritaba que escapara, y ¿Qué más podría hacer yo?, pues salí, la noche era diferente. Muy diferente. El cielo azul, la luz blanca y el color marfil de los edificios...

Era fresco, era tranquilo, era diferente. Pero estaba solo. Y ¿Pueden los hombres solos sentirse tranquilos a estas horas de la noche?, puede que sí, pero yo no lo sentía así.

Intente escribir, canciones, poemas, incluso imagine un mundo diferente, lo que fuera. Imagine un amor, trate de imaginarla, su piel, sus ojos. Ella. Sus besos, las noches con ella... Todo fue en vano. Todo fue tan falso, que al final escribí "Hamor". Quería expresar mi inconformidad, así que lo hice con algo que no existe.

Al final, después de varios intentos fallidos, trate de convencerme de ser feliz. Anoté mis logros, mis días buenos. Escribí cada momento que haya marcado felicidad en mi historia. No basto. Nada bastó. Dedique el nombre a "Triztesa", porque estaba cansado, porque tal vez así mi corazón se olvide de ella, no la reconozca más, y tal vez... Solo tal vez... Se vaya.

Tristeza. Triztesa. Adiós.



Part 2.



Y si, traté de escribir, traté de imaginarla, su sonrisa, sus labios rojos, su mirada cálida... Piel de porcelana bajo mis dedos, bajo mis labios...

Puede que hubiera deseo. Si. Hubo deseo.

Imaginé cada noche con ella, cada estímulo y cada pequeño ruido... Todo era precioso, tan delicado y perfecto…

No lo era. No lo era para nada. No era real, ni sus besos, ni cada uno de sus hermosos cabellos, ni su aliento cálido en mi cuello, ni mucho menos...

Simplemente, no era. Me dolió. Lo falso, lo roto y lo vacío que me encontraba. ¿Puede un hombre culpar a la imaginación cuando está en soledad?, puede que no.

Pero ella era lo que quería, y yo era lo que ella quería. Por lo menos para mí, por lo menos en mi mente.... Yo era de alguien. Si. Lo era.