Ambiguo.

Como pequeños seres en tierra de nadie, solo estamos, para consumir, ya sea aire o el agua que extiende por la llamada tierra... Caer es como una piedra, como ideas completamente vacías en un mar, un mar tan profundo que siento que realmente estoy por dejado de el, y el cuerpo me tiembla, pero no me muevo, solo siento esa debilidad que me hace sentir ligero, como si realmente no pudiera distinguir una sola partícula de mi. Somos seres, somos pequeños seres en busca de la verdad, de la razón y de algo que pueda llenar nuestros estómagos. No estamos vacíos. Nos sentimos vacíos.

He buscado, en todo y en todos, incluso en mi mismo, aunque creo que entre mas llego a mi, mas arruinado, mas quebradizo y helado me siento, solo, como un cubo de hielo, ¿podría derretirme bajo el calor? si es así, espero que sea para transformarme, no para evaporarme, no para volar en partículas que podrían vagar hasta desaparecer en la esencia que creía. Palabras siempre son confusas. La tierra tiembla, por los gritos que escucho, hay guerra, hay tempestad, y también hay confusión. 

He caminado, varias veces, a veces solo, a veces acompañado, de lamentos, de pasiones, de recuerdos, de lejanía y de dolor... las sombras alternas son tan brillantes, a comparación de lo que siento que soy, veo colores en todo mi cuerpo, pálidos, colores que solo dan signos de malestar, aunque parezcan calmantes, y ellos que su cuerpo grita en la negrura de una sombra que los recubre, me hieren, me hieren como partes de mi cuerpo siendo arrancadas... Ellos se juntan, se aleja, ellos están mal, y yo... ¿yo que soy? ¿yo que hago? creo que me iré, me convertiré en un muro, para que ellos choquen y no noten como me apago, como alucino, como estoy tan aterrado de cada movimiento, de cada ruido, de cada cosa que no soy yo.

Somos seres, seres de la tierra de nadie, donde todos hemos reclamado nuestro propio espacio que prontamente será arrebatado, será arrebatado por nadie.