Al revés
Sara volteó a ver la tienda, había una bonita falda acordeón, era verde, él color favorito de Ismael y también su regalo perfecto de cumpleaños, cosa que realmente le preocupaba porque su pareja no se debía enterar de sus planes, ella vestiría una falda corta y una camisa grande con chaqueta para poder encajar en el conjunto que le daría, y así todo se volvería un día cursi para los dos... Solo había un problema, Ismael, era realmente tan confuso cuando se trata de demostrar esas cosas, era un chico tan seguro de él, pero le tenía miedo a las miradas cuando el afecto era demasiado obvio... Catalina, su prima iría, y quería invitar a Samuel pero después de la discusión de celos sería lo peor para él, así que paso.
Donde
vive han comenzado a traer moda del extranjero, la ropa allá es un tanto
diferente, pero le gusta, cree que la gente es más libre, o intenta serlo, los
chicos visten pantalones y camisas serias, colores neutros que resaltan su
personalidad fuerte, y las chicas, usan vestidos largos, y blusas cortas, posan
con trajes delicados que resaltan su lado suave, pero, aun así, todos lucen
feroces, seguros... Agh –dice- debería dejar de pensar, viviría menos
preocupada y disfrutaría un poco más, pero bueno, todos dicen trabaja y se
alguien, yo digo se lo que quieras ser, también cuida de Ismael, porque el vale
todo, aunque Isma es fuerte, incluso más fuerte que yo, más seguro y más claro
en sus ideas a pesar de que a veces se le escape todo y se rinda fácil, lo
tiene todo, solo que tiene que hacer cosas por él y para él.
La
fiesta fue un éxito, Isma lloró y Sara con él, estaban felices, confundidos y también
sabían que todo estaba realmente bien, se fueron y estuvieron hablando, Isma
hablaba sobre sentimientos e intentaba estar siempre al pendiente de todo lo
que podía y Sara disfrutaba solo estando, eran tan diferentes, ella estaba
feliz así que empezó a hablar de cómo sería todo si fuera diferente, pero era
un poco extraño y complicado, el pensar en cómo afectaría o como mejoraría todo,
Isma quería un poco más de libertad, quería que como hombre estuviera usar lo
que quisiera, y que todos en general pudieran expresarse como quisiera, quería un
mundo donde todos pudieran opinar diferente, y estuviera bien, claro, siempre y
cuando esa opinión no esté a favor del daño, Sara no sabía, quería que su vida
fuera más tranquila, sin tanta presión y no tener que depender de las
apariencias, ante todo, un lugar sin hambre. Hablaron toda la noche, volvieron
a su vida normal, Sara estaba buscando trabajo y escribiendo libros, Isma
estaba a punto de estudiar y estaba intentando encontrar un trabajo como
modelo. Ellos estaban intentando vivir una vida y cambiar parte de su mundo
siendo ellos mismos, mientras en el mundo la revolución era cosa de cada uno,
ya sea interna o para todos, siempre se encontraban en el pensar de una sinfonía
muy extraña, así que intentaba dejarlo pasar un tiempo, para que su mundo revuelto
de extrañeza pudiera ser un poco más “normal”.
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